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lunes, 12 de agosto de 2013
Además de todos sus efectos beneficiosos, la esterilización también aumenta el riesgo de obesidad. Sin embargo, este sobrepeso se puede prevenir con un manejo dietético adecuado.


Se considera que la esterilización es el principal factor predisponente de obesidad en el gato. Los gatos esterilizados son 3,4 veces más propensos a ser obesos que los enteros, y estudios recientes indican que este número está aumentando.

Cambios después de la esterilización

La relación entre esterilización y obesidad no es fácil de determinar ya que pueden intervenir distintos factores. 

Cambio de comportamiento alimentario

Con la esterilización se observa una pérdida de la capacidad del gato para regular la cantidad de alimento que toma y, como consecuencia, una tendencia a comer más y a ganar peso. Se produce un aumento de la ingestión de alimento de un 20-30% en tan solo 48 horas después de la intervención, algo que es más marcado en el gato que en la gata.

Disminución del metabolismo basal

Además se producen una serie de alteraciones hormonales que se traducen en un cambio en el metabolismo basal y en una reducción de las necesidades energéticas de un 25-30 %.

La consecuencia de la suma del aumento de ingestión y la disminución del gasto energético es una ganancia de peso debida a un aumento de tejido adiposo. Estos efectos también se manifiestan de forma diferente según el género. Así, mientras que el aumento del consumo es más marcado en el macho, la reducción del gasto energético en las gatas es mayor.

Reducción de la actividad espontánea

La esterilización también parece estar asociada a una disminución de la actividad física. En un estudio realizado en ocho hembras esterilizadas durante 24 semanas, se observó una disminución de la actividad, sobre todo por la noche, lo que se suma a favorecer un menor consumo de energía y a la ganancia de peso.

Modificaciones hormonales y bioquímicas

Las consecuencias metabólicas observadas después de la esterilización son probablemente secundarias a los cambios hormonales que aparecen después de dicha intervención. La esterilización, al modificar la homeostasis endocrina, induce un nuevo estado de equilibrio en el que predominan las hormonas implicadas en la obesidad y la desregulación del metabolismo de la glucosa.

Cómo prevenir el aumento de peso

La obesidad es una enfermedad grave que deteriora la calidad de vida de los animales, les hace más propensos a otras patologías, como artrosis y diabetes entre otras muchas, e incluso reduce su esperanza de vida.

Sin embargo, no es una consecuencia obligatoria de la esterilización, sino que se puede y se debe prevenir tomando una serie de medidas:

Cambio de alimentación inmediato. 
Alimento adaptado.
Control de la ración.
Aumento de la actividad física.
Cambio de alimentación inmediato

Debido al aumento del consumo que se produce horas después de la esterilización, se debe realizar un cambio de alimentación inmediato para evitar la ganancia de peso.


Alimento adaptado

Un alimento adaptado para poder prevenir la obesidad en los gatos esterilizados debe aportar un contenido energético restringido y proporcionar efecto saciante (ver cuadro). Además es importante que el racionamiento sea preciso.

Puesto que es necesario reducir el aporte energético, se puede pensar que la solución está en la reducción de la ración del alimento habitual. Sin embargo, aunque se consiga un menor aporte energético, también disminuye el aporte de otros componentes y no se cubren las necesidades de nutrientes como las proteínas o vitaminas. Además no resulta fácil, ya que al reducir el volumen de la ración la sensación de saciedad también es menor y el animal puede estar reclamando comida constantemente.

Controlar la ración

Aunque se proporcione un alimento adaptado con un aporte energético controlado y con efecto saciante, nunca se podrá dejar ad libitum. El racionamiento es imprescindible debido a que una de las consecuencias de la esterilización es un mayor consumo de alimento.

En un estudio realizado con 23 gatos (12 hembras y 11 machos), se observó el efecto de la alimentación ad libitum tanto en gatos enteros como esterilizados. Los resultados mostraron que mientras en los animales sin esterilizar la ingestión de alimento permanecía sin cambios, en los esterilizados se producía un aumento significativo del consumo de alimento.

Por tanto, habrá que calcular de forma precisa la ración diaria y administrar solamente la cantidad necesaria.

Ejercicio físico

Es importante recomendar un aumento de la actividad física para favorecer el consumo energético y el desarrollo de la masa muscular. Hay que prescribir la práctica de ejercicio dando indicaciones específicas y claras, además de adaptadas a la capacidad del animal y a las posibilidades de los propietarios.

Conclusión

La obesidad asociada a la esterilización en el gato está relacionada con distintos factores, pero se puede prevenir si se proporciona un alimento adaptado y se siguen las pautas adecuadas.

Características de un alimento adaptado
Energía controlada
El aporte energético se debe reducir del 20-30% después de la esterilización para prevenir la ganancia de peso.
Para conseguir un contenido energético restringido se puede reducir el contenido en grasa y aumentar el nivel de proteína, lo que permite reducir el contenido de energía neta y ayudar a mantener la masa muscular.
Por otro lado, será beneficioso incluir L-carnitina para favorecer el metabolismo de las grasas.
Efecto saciante
Es muy interesante que el alimento provoque un efecto saciante, ya que hace más fácil que el racionamiento se cumpla adecuadamente, tanto por parte del animal como del propietario. El gato siente mayor sensación de saciedad y no buscará o pedirá más comida. Por otro lado, el propietario no se siente “acosado” por su animal y percibe que ofrece un volumen adecuado de alimento. Para conseguir el efecto saciante se pueden utilizar ciertos nutrientes y una croqueta con unas características determinadas:
Psyllium y fibras con alta capacidad de absorción, que retienen agua y aumentan de volumen.
Una croqueta especial, con una densidad menor que permite un mayor volumen de la ración, y un tamaño que obliga al gato a masticar, haciendo que coma más lentamente y dando más sensación de saciedad.

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